COMTRALINÉA – Redacción – junio 17, 2024
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La campaña nacional “Sin Maíz No Hay País” solicitó a la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum que la conformación del gabinete esté diseñado para que la política pública en materia agrícola mantenga el compromiso de ser libre de agrotóxicos y trasgénicos, sin conflicto de interés y que ponga al centro la agricultura campesina.
“Ante la posible permanencia dentro del nuevo gobierno, de personajes que han tenido una larga trayectoria de apoyo a los grupos de poder económico y de promoción de las peores prácticas agrícolas, ponen en riesgo la salud de las personas y que son contrarias a las prácticas agrícolas que buscan evitar la contaminación del medio ambiente”, alertó.
Al respecto, señaló que personajes como Víctor Villalobos, actual secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, y Sol Ortiz, funcionaria de la Sader, no pueden repetir en el gabinete, debido a que han impulsado un modelo de producción de alimentos depredador con el ambiente, desde hace más de dos décadas.
Por otra parte, la campaña “Sin Maíz No Hay País” señaló la interferencia de las grandes empresas y grupos de poder económico en la toma de decisiones que atañen al interés público, a nivel mundial. Asimismo, expuso los diversos intereses en los puestos de toma de decisiones, ya sea en el nivel legislativo, ejecutivo o judicial.
“Tampoco aceptaremos que bajo el nombre de agroecología impongan sus mismos modelos ahora pintados de verde. Por ejemplo, uno de los grandes impedimentos para alcanzar la soberanía alimentaria es el control corporativo del sistema agroalimentario, en el cual 4 corporaciones controlan el 67 por ciento, del mercado mundial de semillas, 10 controlan el 95 por ciento del sector de agroquímicos, 10 controlan el 41 por ciento del mercado de fertilizantes y 4 controlan el 90 por ciento del comercio de granos”.
Igualmente, la campaña “Sin Maíz No Hay País” indicó que se requiere de funcionarios que conozcan al campo y valoren la agricultura campesina, su capacidad productiva y su cultura comunitaria, debido a que la producción del campo es del 70 por ciento del maíz para tortillas y 60 por ciento del frijol.
Finalmente, expuso que, para los funcionarios de la siguiente administración, deberá ser prioridad la defensa de la soberanía alimentaria y el maíz libre de transgénicos frente a presiones empresariales internas y externas. De igual manera, aplicar el mismo planteamiento para los plaguicidas altamente peligrosos.