Cambio 22 – 25 May. 2024 – Redacción
El frijol, parte fundamental de la cultura y la economía mexicana, es mucho más que un simple cultivo. Desde tiempos prehispánicos, este grano ha sido un símbolo de sustento y arraigo, ocupando un lugar destacado en la gastronomía y la identidad nacional.
El frijol en México: más que un cultivo
Después del maíz, el frijol es el cultivo de mayor importancia en México. Su valor no solo radica en su extensión territorial, sino también en su profunda conexión con la historia y la cultura mexicana. Este alimento básico, con sus diversas variedades y colores, es un símbolo de identidad y un pilar de la dieta nacional.
Contribución de las y los #HéroesDeLaAlimentación
En el año 2022, el incansable trabajo de las y los agricultores mexicanos permitió la producción de más de 965 mil toneladas de frijol. Este esfuerzo no solo garantiza la disponibilidad de este alimento en la dieta de todos los mexicanos, sino que también destaca el papel crucial de quienes trabajan la tierra día a día.
Mejores prácticas y variedades
Para enfrentar los desafíos del cambio climático, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) ha desarrollado el 80% de las variedades de frijol registradas en México. Estas variedades, adaptadas a las condiciones locales, son clave para mejorar la productividad y la resiliencia del cultivo ante condiciones adversas.
Cuidado del suelo y prácticas sostenibles
Preparar el suelo adecuadamente antes de la siembra es esencial para garantizar una germinación uniforme. Además, se recomienda seguir prácticas como la aradura profunda, el uso de semillas de alta calidad y la rotación de cultivos para mantener la fertilidad del suelo y prevenir enfermedades.
El frijol en la gastronomía y la economía
Además de su valor cultural, el frijol desempeña un papel crucial en la seguridad alimentaria de México. Este grano es una fuente importante de proteínas, fibra y otros nutrientes esenciales, contribuyendo al bienestar y la salud de la población. Asimismo, su producción genera empleo e ingresos en el sector primario, siendo una fuente de sustento para miles de familias en todo el país.
El cultivo de frijol no solo es una actividad económica vital para México, sino también un símbolo de nuestra identidad y una contribución a la seguridad alimentaria. A través del trabajo conjunto de productores, investigadores y autoridades, podemos asegurar un futuro próspero para este tesoro de la agricultura mexicana.
Fuente: Gobierno De Mexico
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